Título: El puente invisible
Autora: Julie Orringer, una escritora norteamericana, de la cual The invisible bridge fue la primera novela. Por cierto, lo narrado es la historia real de los abuelos de la autora. En el epílogo, una adolescente Julie Orringer aparece para preguntar a ellos qué ocurrió exactamente durante la guerra, para escribirlo en su diario. Me ha parecido un recurso literario curioso e interesante para explicar de dónde le vino la idea a la autora.
Editorial: Círculo de Lectores
Núm. páginas: 746
Año de la primera edición del original: 2010
Lugar de la publicación: Barcelona (España)
Lengua: castellano
Tema: la necesidad de crear puentes invisibles para mantener unida una familia
Resumen: en 1937, Andras Lévi, un joven procedente de Konyar, en Hungría, recibe una beca para estudiar arquitectura en París. Llega a esta ciudad donde vive en condiciones precarias y traba amistad con Rosen, Ben Yakov y Polaner, tres estudiantes judíos como él. Lleva también una misteriosa carta que ha prometido entregar a la Sra. Morgenstern en la rue de Sévigné, una profesora de ballet. Lo invitan a comer con la excusa de que conozca a su hija, pero en quién él se fija es en Klara, la madre de la Sra. Morgenstern. Desde el principio se hace patente que la diferencia de edad entre ambos y la presencia de la hija serán dos conflictos difíciles de superar, aunque tal vez lo más grave para Andras sea la certeza de que Klara aún ama a su difunto marido, un tema del que ella se niega a hablar. Además, está el asunto de no poder enviar la carta desde Hungría sino tener que entregarla en mano. ¿Qué historia oculta esta mujer? Sin duda oculta algo. En definitiva, no puede volver a Hungría. De hacerlo, la encarcelarían.
Los hermanos de Andras también están buscando la manera de sobrevivir fuera de Hungría, en un momento en que Europa se estremece ante el inicio de la Segunda Guerra Mundial. El puente invisible nos traslada a comienzos de la Gran Guerra y nos introduce en la vida de los tres hermanos Lévi. Tibor, a su vez, estudiará medicina en Módena y Mátyás, el menor, deja de ir al instituto en Hungría y se dedica al espectáculo en Budapest. Los hermanos Lévi despiertan a la vida y quieren crecer libres pero, como el resto de judíos, un futuro incierto planea sobre ellos.
Así, por lo tanto, la estancia de Andras en París no se limita a una historia de amor. Los conflictos políticos han aparecido e influyen en la vida de los protagonistas de forma directa. El antisemitismo es un hecho en algunos países europeos. En su estancia en París, Andras percibe que los judíos se ven discriminados por el resto de compañeros y, además, la posible entrada de Francia en la guerra amenaza directamente sus intereses como estudiante.
A causa de ciertos problemas que surgen con los permisos de residencia, Andras y Klara se ven obligados a volver a su país natal, donde él es trasladado a varios campos de trabajo. Las cifras de muertes en los trabajos forzados fueron menores que las de los campos de concentración, pero no por eso dejan de ser escalofriantes.
Muy interesante, pues, esta parte de la novela que transcurre en los campos de trabajo, donde Andras tuvo la suerte de entrar en la misma división que un antiguo compañero suyo, Mendel Horowitz. Juntos, uno como ilustrador y el otro como redactor, crearon varios pequeños periódicos, más o menos tolerados por los jefes, con la intención de evadirse de la angustia y distraer también sus compañeros. Un pequeño periódico que se tomaba con humor las vivencias diarias en los campos de trabajo.
Mientras tanto, los hermanos de Andras también han sido conducidos a destinos parecidos al suyo, pero a él, la familia y Klara lo esperan en Hungría. Unos y otros sufren por no saber cómo se encuentran sus seres queridos; además, a medida que la guerra avanza, las cosas se complican también para las mujeres de las ciudades. Quizás el lector se haya preguntado de dónde viene el título El puente invisible. Y quizá lo haya adivinado: el título del libro hace referencia a estas separaciones, a los puentes invisibles que se tienen que construir para mantenerse unidos a pesar de la distancia y el dolor.
Tampoco faltan en la novela, las referencias al papel jugado por la radio, concretamente por la BBC inglesa y otras emisoras internacionales. La radio internacional, pues, como única posibilidad de información veraz para las personas que sufren las consecuencias de la guerra. De nuevo, observamos el importante papel jugado por la onda corta, para mantener informado, en este caso, a un pueblo sin libertad de prensa en aquel momento de la historia.
Mi valoración personal: ¿Que qué me ha parecido el libro? Pues, ¿qué quieren que les diga? Hasta llegar a las 300 o 350 páginas me parecía un libro normalito, que se dejaba leer. Pero a partir de aquí mejora y mucho. Las emociones que transmite se disparan hasta límites insospechados. Así pues, la trama mejora mucho a medida que avanza la novela. No deja de ser triste que haya que esperar 350 páginas para que una novela se ponga realmente interesante. Aprovecho, como de pasada, para quejarme de muchos autores de hoy en día que se empeñan en escribir novelas de 800 páginas como esta, cuando podrían haber concentrado la trama en 300 o 350 páginas y conseguir una novela excepcional. Debe de resultar muy difícil escribir una novela de 800 páginas que mantenga la atención del lector siempre. A mí al menos, El puente invisible, no me ha mantenido en tensión más que en la segunda parte. De todas las maneras, no pasa nada. Si les aburren las novelas de 800 páginas, como a mí, pero les encuentran algo que les impide abandonarlas por siempre jamás en la estantería, les sugiero que intercalen otras novelas durante la lectura y retomen el mamotreto más tarde. Claro que esto puede hacer que tarden cinco meses en leer El puente invisible, como fue mi caso.
Bien, volvamos a El puente invisible. La novela es una historia dura, muy dura. El final es parecido a un final "feliz", que no impide que pensemos en la cantidad de amigos, padres, hermanos… muertos. Si esto es la felicidad... A pesar de la crítica respecto a la excesiva amplitud de la novela, su historia no les dejará indiferentes. Opino que El puente invisible es una lectura recomendable y considero que puede gustar a los lectores que no tengan miedo de mamotretos de 800 páginas y también a los que tengan paciencia. Les animo a leerla. Merece la pena emplear unas semanas para saborear un relato tan impactante, con unos personajes que tuvieron que sacar fuerzas de donde pudieron para salir adelante. Una historia, que salvando las distancias, nos puede acercar a la generación de nuestros padres y abuelos, que en momentos no muy diferentes, también tuvieron que pasar por circunstancias muy adversas. El puente invisible es una obra muy realista, que narra con innumerables detalles no solo aquello que se ha sucedido en esta época de guerra sino también los pensamientos, los sentimientos, los anhelos y las penurias de los distintos personajes, y además con referencias a la radio. Pueden darle una oportunidad, si quieren.
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